Nuestra Historia

Esta iniciativa surge hace 3 años de la unión de padres y maestros sensibilizados y muy en contacto con el mundo de la educación.


Empezamos a estudiar los puntos fundamentales que debían reunir una educación integral del ser humano. Con toda esta información sumada a los diferentes movimientos internacionales que igualmente abogan por una educación vinculada a la creatividad, como Ken Robinson; emociones y auto conocimiento, como Claudio Naranjo; Pedagogía 3000 que incluye atender armónica y equilibradamente los ámbitos: físico, emocional, cognitivo, ecológico, estético-creador, intuitivo, espiritual, social, multicultural y ético-solidario del ser humano, así comenzamos a  elaborar un Proyecto Educativo Alternativo.


Nuestra metodología de trabajo sugiere la creación de un sistema educativo basado en el desarrollo integral del niño que logre como resultado una persona “conectada consigo mismo y con su entorno”. 


La mayoría de los sistemas educativos del mundo ponen el peso en la formación intelectual, dejando de lado las emociones, el cuerpo y el espíritu, elementos igualmente importantes en el desarrollo del niño. “La neurología y los últimos estudios científicos nos hablan de la plasticidad de nuestro cerebro, del peso de las emociones en nuestra salud, de la necesidad de integrar el cuerpo en los aprendizajes para un perfecto desarrollo neurológico, de la química de nuestras emociones y de la necesidad de llevar todos estos enfoques a la educación, el único sitio desde el cual podremos mejorar el mundo”.


Pretendemos ser un punto más de apoyo en este cambio que creemos nace desde la base, desde el compromiso de cada individuo por mejorar lo que es y lo que hace y ser así un ejemplo vivo de lo que debe ser un adulto presente y generoso en la tarea de enseñar.


Creemos en la figura del profesor como maestro de humanidad que posibilite el desarrollo de toda la riqueza, talento y creatividad que posean los niños, niñas y jóvenes  y él sea el verdadero catalizador de esto”.


Remarcamos  la necesidad de escuchar lo que los niños piden para su educación (elección de Talleres, actividades creativas y lúdicas, salidas pedagógicas); aprender a mirar al hombre en su conjunto; acompañar de forma serena a los más pequeños, respetar el tiempo que necesitan para crecer despacio y tranquilos y dejar que pregunten, toquen, exploren, jueguen y se muevan libremente.


Asimismo, el proyecto integra a la familia en este proceso de crecimiento y desarrollo considerando su participación y responsabilidad como un eje fundamental en el proceso educativo de sus hijos.